Grandes anfitriones


En Tokyo están muy de moda las Neko-Kissa, una especie de cafeterías donde, los que acuden no van sólo a tomarse algo, también para disfrutar de compañía gatuna. El éxtio de estos locales se debe a que en muchos barrios de la capital nipona no se permite tener animales por lo que muchos aficionados a las mascotas tienen que desplazarse a alguno de ellos para poder acariciar a alguno. El sistema es el siguiente, una vez que se entra, hay que descalzarse y lavarse bien las manos (ala entrada y la salida) y pagar unos 6 euros por media hora (tiempo ampliable) bebidas aparte. Hay un catálogo a disposición de los clientes con la ficha de cada uno de ellos: nombre, raza, edad, carácter... Después, ya se puede jugar y acariciar a todos los mininos que por allí pululan, juegan o duermen.

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