No me dejes solo







"Era pequeño e iba en coche. No se cuándo ni dónde ni por cuánto tiempo me quedé en él, soóo. Posiblemente tuviera cuatro años, tal vez fuera a un supermercado, probablemente me quedara durante quince minutos... Los detalles no importan. La cuestión es que, en aquél momento me preguntaba si alguien iba a volver. El miedo que sentía era fuerte porque, en la mente de un niño, es posible estar sólo para siempre". Así recuerda su experiencia el fotógrafo Martin Usborne cuya serie de fotografías titulada The Silence of Dogs in Cars, se ha convertido en un hermoso libro.
"Por aquél entonces, empecé a sentir una profunda afinidad con los animales en general y, en particular, por su difícil situación en las manos de los seres humanos. Vi un documental de televisión que incluía imágenes de un perro al que se le puso una bolsa de plástico y fue pateado. Lo que más me horrorizó fue que el perro no podía hablar. Estas dos experiencias surgieron del mismo temor arraigado en mí: un miedo enorme a estar sólo".
Las imágenes que componen la colección muestran canes tristes, expectantes, algunos enojados, otros abatidos... pero en definitiva, reflejan la misma sensación que Martin sintió cuando era pequeño. 
Lo que sorprende, es que muestren tantos matices, tantas personalidades diferentes ante una misma situación, con unas reacciones similares a las de los humanos.

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