White God: la venganza de los perros

White God, del director húngaro Kornél Mundruczó, no es un cuento de amistad entre humanos y perros con final feliz al más puro estilo Disney. Es un drama que cuenta a vida de un perro callejero en Budapest, donde una ordenanza municipal prohibe los chuchos. Su dueña, una niña de 13 años que toca la trompeta, intentará por todos los medios no separarse de su mejor amigo. Para ello, tendrá que vérselas con la brutalidad paterna, la obstinación de las autoridades y la insensibilidad social. Ambos, pasarán por una aventura (más bien cruzada) que acabará con una justa venganza canina. Impresionante cómo sigue a esta joven Flaustista (trompetista) de Hamelin una manada que, por cierto, no ha sido creada por efectos especiales si no por un grupo de 250 perros debidamente amaestrados y dirigidos. Sin duda, una historia que da que pensar sobre el trato que se le da al fiel compañero del hombre desde su domesticación en el Neolítico. Por cierto, White God ganó el premio al Mejor Filme en la sección Un Certain Regard en el pasado Festival de Cannes. 


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